A pesar de lo ocurrido en Japón y sus consecuencias, estos días en las clases de yoga estamos intentando abrir nuestros corazones y unirnos en las meditaciones para enviar luz y amor al planeta tierra. No resulta fácil, ya que ante estas noticias nos encongemos y sentimos una fuerte presión en el pecho, deseando acurrucarnos y buscar un lugar seguro donde no sentir ese dolor… sin saber qué hacer nos estancamos en el miedo y la impotencia, y nos sentimos mucho peor.
Mejor meditamos juntos, mejor nos unimos para expandir nuestro amor y elevar la vibración energética. Minako estaba muy triste y sintiendo desde la distancia que poco podía ayudar, colaborar económicamente y que más? Compartiendo y meditando descubrió que ésta sería su forma de aportar su granito de arena, unirse al alma de su pueblo y conectar mediante la esperanza y el amor, proyectando su fuerza y su bienestar actual. Todos podemos hacerlo y eso nos fortalecerá en los momentos más difíciles.
Cuando el corazón se expande y se comparte , se hace mucho más fuerte. Susurra suavemente : ábrete corazón….