En Noviembre celebramos 7 años de aventuras y desafíos en Espacio Psicología. Qué impresionante hacer balance y reencontrarme con tantos recuerdos cargados de historias de superación y compromiso. Y cuántas personas han pasado por aquí … algunas se han quedado, otras se fueron, hay quién seguramente no volverá, y quiénes desean volver, aquellas que nos visitan de vacaciones, las nuevas que continuamente aparecen… muchísimos momentos de despedida y bienvenida en esta ciudad que te atrapa y te expulsa casi a partes iguales… menuda manera de practicar el desapego!!
Cada historia ha movilizado un poquito de mí, a veces grandes convulsiones y otras dulces caricias apenas perceptibles. Volviendo la vista atrás me doy cuenta de que cada momento vivido y compartido ocupa un lugar en mi corazón, y me siento agradecidísima por dedicarme a dos profesiones que me apasionan: la psicología y el Kundalini yoga, por haber podido materializar este sueño , y por lo que recibo cada día. Un mensaje de cambio, una mirada diferente al salir de clase, una sonrisa de celebración por poder hacer una postura hasta el momento imposible, una toma de conciencia, o un comentario de … «justo lo que hoy necesitaba». Y eso me mantiene aquí apostando por muchos más años que celebrar.
En las enseñanzas del Kundalini Yoga, el maestro Yogi Bhajan hablaba de «Humanología», la psicología yóguica aplicada a la excelencia del ser humano. Se trata de un perspectiva muy interesante acerca de la totalidad del ser humano en todos sus aspectos, y uno de los temas clave son los ciclos de vida. Tenemos tres aspectos fundamentales para desarrollar durante nuestra vida: el ciclo de la energía vital (18 años), el ciclo de la inteligencia ( 11 años) y el ciclo de la conciencia ( 7 años). Comprendiendo estos puntos de cambio y evolución podemos entender de manera profunda cada uno de nuestros momentos vitales.
En el caso de mi proyecto, me sumergo en el primer ciclo de conciencia, que hace referencia al conocimiento de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Siento que estos años han sido muy fructíferos a nivel de experiencia y maduración, y la dedicación casi exclusiva inicial ha dado paso a una relación más relajada. Siento a este proyecto como mi primer hijo, pasando por las fases y crisis de crecimiento, cuando me costaba dejarlo en otras manos o sufría con cada desperfecto… y poco a poco entendiendo cómo cada etapa necesita de un tipo de cuidado y atención, igual que un bebé cuando va creciendo.
Y el número 7 también me lleva al enfoque de la Pedagogia Waldorf, basado en la Antroposofía de Rudolf Steiner, que cuanto más leo más me atrae. La construcción de la biografía humana se explica en función de septenios, y el primero se corresponde con la formación del cuerpo físico ( que se constituye en tres septenios, hasta los 21 años) . Y aunque habla del desarrollo del ser humano, me encaja también con mi propio proceso, ya que siento que se han constituido las bases del proyecto, aprendiendo muchísimo mediante la experiencia directa, ha sido período de gran receptividad y apertura en todos los sentidos. Poco a poco se ha ido asentado más una identidad propia y ya tiene una energía más consolidada. Ahora comenzamos el siguiente período, me siento preparada para lo que nos depara ( o eso creo… porque viene la adolescencia) con ganas de seguir profundizando y facilitando este espacio para continuar evolucionando, con un equipo potente que me acompaña y apostando por el cambio que necesitamos a nivel individual para cambiar el mundo que nos rodea.
Por todo ello, en honor al número 7 decidí hacer un vídeo conmemorativo… no por disponer de tiempo , sino por la emoción de celebrar!! ( desde luego que ha sido un ardua tarea, los editores de video son mis héroes a partir de ahora… y eso que lo mío ha sido de principiante total). Es un regalo para mí, y lo comparto para quiénes me habéis acompañado y estáis en mi corazón, recordando los bellos e intensos momentos vividos juntos…. GRACIAS siempre!!!